martes, 4 de diciembre de 2012

La Importancia De Las Normas


Los niños no nacen sabiendo qué se debe y qué no se debe hacer, son sus padres como educadores quienes tienen que enseñárselo estableciendo normas y procurando que las cumplan; así es como aprenden hasta dónde pueden llegar.

Es importante que los niños tengan unos referentes.
Es importante que los niños tengan rutinas, horarios y obligaciones en casa. Las rutinas, le brindan al niño identidad, constancia, seguridad y estabilidad emocional. La repetición de una rutina, le dará a tu hijo, la seguridad de saber qué es lo que se espera de él, y lo ayudará a desarrollar su sentido de la responsabilidad.

Poner límites al niño y mantenerlos no significa ser autoritario, sino, simplemente, educar. Todos los padres tienen autoridad por el hecho de ser padres, sin embargo, conseguir que los hijos los vean como referente de autoridad es algo que tienen que trabajar.

Los límites (o normas) son efectivos cuando son pocos, coherentes y con posibilidad de adaptarse a situaciones excepcionales. Para que el niño los interiorice más fácilmente, los padres deben empezar a poner normas cuanto antes (sobre los 2 años es una edad idónea)

Las normas de una casa no deben ser infinitas, al revés, cuantas menos sean más claras quedarán en la mente del niño. Y dichas normas, estarán basadas en más de una ocasión en el comportamiento del niño para poder rectificar su actitud. (Por ejemplo, si es un niño que grita mucho en casa, habrá que especificar que en el hogar se debe hablar en un tono bajo.)

Las normas deben comunicarse de una forma tranquila y clara, con firmeza y procurando mirar al niño a los ojos. La pérdida de control por parte del adulto le resta autoridad (Nuestro hijo no nos debe ver desesperados, nerviosos o gritando como él).

Es conveniente que las normas estén asociadas a consecuencias, tanto positivas como negativas. Gracias a las normas y las consecuencias asociadas a las mismas, el niño aprende a comportarse y, poco a poco, descubre la importancia y la utilidad de este aprendizaje. (Por ejemplo: Hay que comer el menú preparado para ese día , una consecuencia positiva podría ser: el niño elige el postre, una consecuencia negativa asociada a la norma: el niño no ve la televisión en la sobremesa.)

Los castigos son muy importantes, pero para algunos padres son muy difíciles de poner: a veces los padres los utilizan como último recurso, cuando no saben qué hacer; otros sin embargo abusan de ellos. Hay que encontrar un punto medio (entre refuerzos y castigos). Para conseguirlo, quizá baste con saber que castigar no es siempre imponer al niño que haga algo que no le gusta; no prestarle atención cuando tiene una rabieta, por ejemplo, también es un castigo para él.

Es importante que los padres pierdan el miedo a decir “no”, no sucede nada malo cuando decimos "no", sólo estamos educando a nuestro hijo y le estamos enseñando a tolerar la frustración, no siempre en la vida sus deseos van a ser rápidamente satisfechos. Cuando un niño recibe un “no” y ese “no” tiene consecuencias que se cumplen, aprende muchas cosas útiles para su futuro. Debemos educar en la responsabilidad, todas nuestras acciones tienen consecuencias y las normas forman parte de la vida en sociedad. 

viernes, 23 de noviembre de 2012

Decálogo Para Vivir Bien y Ser Feliz

UNO debe quererse a sí mismo y respetarse, solo así se puede hacer lo mismo con los demás.

DOS significa la suma de dos seres humanos individuales y libres respetándose y amándose tal y como es cada uno de ellos; sin pretensiones de cambios, ni dependencias. Enriqueciéndose emocionalmente uno al otro.

TRES son las palabras que deben guiarnos en todo momento, PACIENCIA, ACEPTACIÓN Y TOLERANCIA, solo así podemos ser felices.

CUATRO son las horas mínimas a la semana que debemos dedicar a cuidarnos y hacer ejercicio.

CINCO son las veces que debemos comer al día siendo el desayuno la más copiosa y la cena la más ligera

SEIS horas diarias de sueño mínimo y según cada uno, son las más recomendables para recuperarnos del día a día.

SIETE veces por semana (una diaria) son las veces que debemos dedicar a meditar y encontrarnos con nosotros mismos y nuestra paz interior.

OCHO horas de trabajo diarias son más que suficientes para tener un sueldo mínimo para vivir, debemos poder cubrir nuestras necesidades básicas de un techo, alimentación y vestido; todo lo demás si viene mejor, sino, no debe ser causa de frustración; al fin y al cabo todo va a quedar aquí cuando nos vayamos.

NUEVE veces perdonaremos sin es necesario a los demás, al mundo y a nosotros mismos, porque que no se nos olvide que errar es de humanos y todos lo somos.

DIEZ por diez veces nos recordaremos que lo importante siempre sucede HOY, AQUÍ, y AHORA, que el pasado no lo vamos a cambiar por mucho que lo recordemos y el futuro no existe; porque siempre es presente.

viernes, 9 de noviembre de 2012

El Respeto no se gana, Se Tiene

A diferencia de hace algunos años, hoy vemos más casos de alumnos que cometen alguna falta de respeto hacia los profesores en la escuela. Antes, esto era impensable, porque aún cuando no aguantaran al profesor, sí lo respetaban.


Los hijos deben interiorizar desde la infancia que a todas las personas se les debe un respeto por su dignidad como seres humanos, diferente a la autoridad que cada uno emane por el cargo que ocupe dentro de la comunidad.


Así deben tratar con respeto a sus hermanos, a los abuelos, a los tíos, a la persona que nos ayude en casa, a a la cajera del supermercado…


Debemos explicar a los hijos, que en primer lugar, deben respetar al profesor por ser autoridad en el aula, independientemente de que éste sepa ganársela o no.


En todo trabajo, hay alguien superior a quien por su posición se debe un respeto por cargo. En el caso del estudiante su superior es el profesor.


Como ocurre en toda relación social, no toda persona será de nuestro agrado, como comúnmente se dice “me cae mal”. Pero esto no es motivo para faltar al respeto como persona al profesor “que no cae bien” y tampoco para dejar de lado la materia que éste imparte. Esta circunstancia podemos volverla a nuestro favor, explicando al hijo que es muy bueno aprender en la vida a convivir con personas de caracteres distintos o incompatibles con los nuestros. Hoy será en la escuela y en el futuro en un trabajo profesional.


La actitud proteccionista que en ocasiones, quizá de manera inconsciente, tenemos con nuestros hijos, los convierte en seres inseguros y poco objetivos a la hora de afrontar sus responsabilidades.

Si en casa saben lo que es el respeto y que no vivirlo conlleva consecuencias negativas, no les resultará extraño aplicar este comportamiento en el colegio.


Como toda persona, el profesor puede equivocarse. Es conveniente que sea el propio alumno quien solucione cualquier discrepancia; eso sí, con la educación y respeto debido. Debemos enseñar a nuestros hijos que, aunque perciban que tienen razón ante una actitud injusta de su profesor hacia ellos, por la autoridad que éste tiene dentro del aula no se le debe contestar en público. Más tarde que procuren aclararlo en privado.


No debemos seguir la corriente a los hijos cuando nos hablen de malos modos de algún profesor: Es diferente que, de manera objetiva, podamos reconocer que hay unos profesores más competentes que otros, pero siempre evitando descalificaciones.

Como padres no debemos manifestar ante nuestros hijos errores que observemos en el profesor. Lo mejor es decir al hijo que es necesario conocer las dos versiones. Por eso, procuraremos hablar con dicho profesor, antes de defender “a capa y espada” a nuestro hijo, e incluso, aun si tiene razón el hijo, le indicaremos que lo solucione con el profesor.


Ante un castigo determinado por un profesor, estemos de acuerdo o no con él, nuestro hijo debe cumplirlo, siempre que no atente contra su dignidad. Esto se extiende a cualquier determinación normativa de carácter escolar. Si un hijo nuestro es castigado en el aula debemos apoyar la sanción de la escuela e incluso darle continuidad en casa y, si es posible, ponernos en contacto con el profesor para acordar las medidas oportunas.


Debemos explicar a nuestros hijos que cuando surjan risitas en clase entre los compañeros, no sigan este juego. Supone una falta de respeto hacia el profesor, aunque directamente no se estén burlando de éste. Un modo de mostrar respeto hacia los profesores es procurar estar en silencio cuando entra al aula y animar a callarse al resto de compañeros.

En la edad escolar el ejercicio educativo debe basarse en la reflexión por parte del hijo, para que interiorice y haga suyo lo que se le indica.


Nuestro ejemplo como padres siempre es importante, nuestros hijos deben ver que luchamos y nos esforzamos por ser respetuosos con todos: Intentar no criticar delante de los niños, respetar las diferentes opiniones... Es aconsejable que examinemos los comentarios que realizamos acerca de los jefes, compañeros de trabajo, parientes... podemos faltar al respeto, siendo incongruentes entre lo que decimos y hacemos ante nuestros hijos.


Aun cuando pensemos que se ha cometido una injusticia con nuestro hijo, no podemos ser irrespetuosos con el profesor. Lo primero es no dramatizar ni sobreprotegerlo. Debemos animarle a que solucione él mismo el problema. Si a pesar de esto el profesor no “da su brazo a torcer”, será bueno que indaguemos para tener las dos versiones y actuar en consecuencia, siempre con buenos modales.

jueves, 4 de octubre de 2012

El error de Etiquetar

El ser humano tiende a simplificar la compleja realidad para hacerla comprensible, todos utilizamos etiquetas para clasificar, las clasificaciones nos ayudan a entender lo complejo. Antes de haber cruzado una sola palabra con un desconocido ya nos hemos podido hacer una idea (con frecuencia errónea) de cómo es esa persona utilizando las etiquetas.

Lo que el niño hace, no es lo que el niño es. 
Con los niños también caemos en el mismo error, es muy frecuente el etiquetar a los niños por su comportamiento: si se le cae algo es torpe, si ha dejado los juguetes tirados es un desastre, si no supo hacer la tarea del cole es un inútil, o es perezoso, si habla mucho es igualito que su padre…Todos los padres caen sin quererlo en su vida diaria en este tipo de afirmaciones, sin embargo deberían preguntarse si con ellas ayudan a avanzar a sus hijos o por el contrario los limitan.


El concepto que el niño se va formando de sí mismo ( el autoconcepto) desde etapas tempranas, depende en gran medida de la imagen propia que ve reflejada en las personas significativas de su entorno (padres, profesores…). Lo que pensamos que es, lo que le decimos que es, influirá de manera importante en lo que finalmente sea.

Si lo “etiquetamos“, le estamos diciendo que eso es y será así, que no se puede cambiar. La etiqueta trae implícito el concepto de inmutabilidad, por ello si le decimos repetidamente a nuestro hijo que es malo, torpe, cabezota, llorón… sólo conseguiremos que el niño se habitúe al adjetivo y que lo viva como “yo soy así, y por tanto no lo voy a cambiar”.

Los padres actúan como modelos y como adultos de referencia para sus hijos.

Las etiquetas encasillan al niño, lo limitan.

Los niños piensan: "Si mis padres dicen que siempre me olvido de todo, debe ser verdad", y entonces se cierran a la posibilidad de cambio, de mejora. Sería bueno, entonces, tratar de modificar esta tendencia al etiquetado que trae consecuencias tan negativas en el autoconcepto y que obstaculiza tan claramente la posibilidad de cambio. Aprender por ejemplo a pedir que ordenen el cuarto diciéndole que está todo tirado y no están las cosas en su sitio, pero sin etiquetar de “desordenados”, aprender a crear el hábito de hacer la tarea sin borrones e intentando hacer una caligrafía bonita, pero sin etiquetar de “torpes”...

Al niño hay que hablarle de sus comportamientos, no de lo que es.

Hay que permitirle que él mismo cree su propio autoconcepto basado en su experiencia y no en limitadoras etiquetas. No es lo mismo “eres un desastre” que “no has ordenado tu habitación como a mí me gustaría verla” o “eres muy listo” a “estamos muy contentos porque has sacado buenas notas”.

En este sentido, tampoco son adecuadas las etiquetas positivas o el halago excesivo porque el niño se puede sentir presionado a cumplir con las expectativas de sus padres.

Es complicado cuando el niño muestra una conducta negativa repetitiva encontrar la manera de ser positivos, pero no debemos olvidar que los adultos deben ser los primeros en pensar que ese niño puede cambiar. Si no ocurre así será difícil reconocer los pequeños avances y darle las oportunidades para que el pueda verse de otra manera.

martes, 2 de octubre de 2012

Educar es trabajo de Todos


El fracaso escolar en España ronda el 30% una cifra que ha empeorado en la última  década,este dato junto con el sentimiento de hastío que experimentan muchos de los jóvenes tiene que llevarnos a una profunda reflexión no sólo a los educadores sino a toda la sociedad.

Una de las propuestas para mejorar la educación es la que formula la educadora Linda Darling que habla de cambiar la formación de los profesores dotándolos de estrategias pedagógicas. La figura del profesor desarrolla su trabajo en aulas diversas, con situaciones imprevisibles y distintas potencialidades en sus alumnos, hay que encontrar los puntos fuertes, las singularidades… El profesor no puede limitarse a impartir conocimiento, sino como ella afirma “El profesor debe atraer al niño al currículum con diferentes estrategias, partiendo de un análisis de dónde está el grupo y hasta donde se quiere llegar con él

Coincido con las palabras de Linda Darling, no es suficiente con que el colegio tenga un currículum especial que contemple la educación en valores y la educación del carácter, si la escuela no les provee de afecto. Más allá de el día de la Paz o del día de la Mujer la sensibilización del alumnado debe ser permanente y para ello son necesarios profesores implicados y comprometidos con sus alumnos. El currículo se tiene que trabajar en un marco de respeto, confianza…implicando al alumno en su construcción y en el consenso de normas de convivencia, de cómo queremos relacionarnos…



 Hay que dar la oportunidad de ser lo mejor que se puede llegar a ser.


Creo que es necesario mejorar la educación moral mediante el fortalecimiento de valores infravalorados en la actualidad, hablo del esfuerzo, la disciplina, el compromiso, la honestidad, el trabajo bien hecho, la solidaridad…

Pienso que se ha avanzado en el camino de educar las emociones dentro de las aulas y que y que seguir en esa dirección, con propuestas como las de la Escuela de Daniel Goleman donde trabajan la autoconciencia (darnos cuenta de nuestras emociones), la autogestión emocional (saber regularlas) la conciencia social (la empatía), las capacidades relacionales (habilidades sociales) y la responsabilidad en la toma de decisiones.

Todas estas habilidades son fundamentales para la vida en sociedad.

En la misma dirección trabajan las comunidades de aprendizaje, son proyectos en los que toda la comunidad educativa, el entorno en el que se desarrollan: el barrio, las familias, los vecinos, concejalías... se comprometen con los fines del centro y se trabaja la resolución de conflictos, habilidades sociales, pautas de comunicación…Estas comunidades surgieron en los años 70 ( y siguen desarrollandose en la actualidad )  como respuesta a las carencias de la educación formal y sus resultados han sido muy positivos tanto el rendimiento escolar como en el desarrollo personal del alumno.

Gran parte del mérito se debe al compromiso de las familias, educando a las familias también.

Por otro lado existen estudios que demuestran que la motivación disminuye de forma proporcional a los años que pasa el alumno en la escuela . No es de extrañar, con once años, por poner un ejemplo, los alumnos pasan por cinco ó seis profesores a lo largo del día ( ante este panorama es díficil para el niño establecer un vínculo afectivo con ellos, algunos de estos profesores no conocen a sus alumnos y éstos no se atreven a formular preguntas…si el alumno está decepcionado con ese profesor que ni siquiera recuerda su nombre  perderá el interés por conocer a los demás. )

 Es importante  para el niño sentirse seguro en el entorno en el que se encuentra para así poder explorarlo. 

Todo lo dicho se relaciona con la Teoría del Apego formulada por John Bowlby. El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus cuidadores y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. El vínculo de apego se manifiesta en las posteriores relaciones que el niño establece, la importancia de la escuela y más concretamente de los profesores que educan a nuestros hijos es fundamental en este sentido.


Quería finalizar reflexionando acerca de que a pesar que vivimos en un mundo con personas mejor preparadas que antes, con más conocimientos...Sin embargo se observan más suicidios, más divorcios, depresiones, problemas de  ansiedad, soledad…

Hemos perdido  la felicidad por el camino.  Estamos inmersos en una crisis de valores y no toda la responsabilidad y el trabajo puede recaer en los profesores, es necesario un compromiso de todos en la misma dirección.

Que el trabajo que construyen los profesores durante seis o siete horas al día no lo destruyan por la tarde los medios de comunicación.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

En un mundo de ciegos





"Yo, que nací en una familia de pastores analfabetos, que no pude ir a la universidad y que no me compré un libro hasta los 19 años, sólo puedo decir que no nací para esto".

Saramago distingue entre educación e instrucción:

 "Nosotros éramos una familia muy pobre, una familia analfabeta, pero lo más importante que he aprendido en esta vida me lo enseñaron ellos, mis padres y mis abuelos, de forma sencilla, con su modo de ser y de estar en la vida".

Saramago dedicó el Nobel de Literatura a los jóvenes que sueñan con escribir.




lunes, 1 de junio de 2009

Somos Cooperativos



Los antiguos romanos llamaron cooperación al hecho de ayudarse los hombres entre sí para la realización de una tarea común. Cooperación significa pues, en su sentido más amplio, la mutua colaboración que se prestan dos o más personas que unen sus esfuerzos individuales en una sola empresa y con un mismo propósito.

La cooperación es lo que da sentido a la vida del hombre en sociedad. Un hombre solo, aislado de sus semejantes, nunca será capaz de crear, realizar ni construir nada que realmente valga la pena. Eso que llamamos progreso y civilización es la obra colectiva de la humanidad entera y desde las culturas más remotas hasta las maravillas técnicas de nuestros días, todo es fruto del esfuerzo cooperativo de los hombres.

Vemos, entonces que el sentido de la cooperación forma parte de la naturaleza humana. Es como una energía latente en el alma de cada uno de nosotros y que nos impulsa a unirnos con los demás hombres para realizar una tarea común que nadie podría llevar a cabo por sí solo. El pueblo, con su sabiduría proverbial, ha sintetizado este fenómeno de la cooperación humana con un dicho muy conocido: "la unión hace la fuerza".

ÚLTIMOS DESCUBRIMIENTOS

Durante muchos años, biólogos evolutivos, conductistas, economistas y politólogos han procurado entender porqué existe la cooperación entre los seres humanos, aunque esa cooperación puede no dar lugar a una recompensa directa o inmediata. Este comportamiento desinteresado llamado 'altruismo' es casi únicamente un rasgo humano.

Exploraciones con sistemas de resonancia magnética han revelado una base integrada biológicamente para el comportamiento altruista, al comprobar la activación de varias regiones características del cerebro cuando los jugadores de un juego llamado “El Dilema del Prisionero” deciden confiar mutuamente y cooperar, en lugar de traicionarse para conseguir un beneficio inmediato.


Durante las interacciones sociales mutuamente cooperativas, se observó actividad en aquellas áreas del cerebro que se conectan para el proceso de gratificación. Este estudio demuestra, por primera vez, que la cooperación social es intrínsecamente gratificante para el cerebro humano, incluso frente a presiones de sentido inverso.

La Educación Inclusiva : Un reto para Todos


La educación inclusiva implica que todos los niños y niñas de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad. Se trata de un modelo de escuela en la que no existen "requisitos de entrada" ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación. El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de integración y parte de un supuesto distinto, porque está relacionado con la naturaleza misma de la educación regular y de la escuela común.

El proceso de integración educativa ha tenido como preocupación central reconvertir la educación especial para apoyar la educación de los niños integrados a la escuela común, trasladando, en muchos casos, el enfoque individualizado y rehabilitador, propio de la educación especial, al contexto de la escuela regular. Desde esta perspectiva, se hacían ajustes y adaptaciones sólo para los alumnos etiquetados "como especiales" y no para otros alumnos de la escuela. El enfoque de educación inclusiva, por el contrario, implica modificar substancialmente la estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica de las escuelas para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, de forma que todos tengan éxito en su aprendizaje y participen en igualdad de condiciones. En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales.

El desarrollo de una educación inclusiva implica cambios en el ámbito del sistema y de las políticas educativas, en el funcionamiento de las escuelas, en las actitudes y prácticas de los docentes y en los niveles de relación de los distintos actores.

CAMBIOS EN LAS POLÍTICAS, LAS NORMATIVAS Y LOS SISTEMAS EDUCATIVOS:

- Fortalecimiento de la responsabilidad del estado para garantizar la igualdad de oportunidades y asegurar las condiciones básicas de funcionamiento de las escuelas en términos de recursos humanos, materiales y didácticos, de forma que puedan atender la diversidad de su alumnado.

- Ampliación de la cobertura y de la calidad de los programas de educación y cuidado de la primera infancia.

- Flexibilidad de la oferta educativa en todas las etapas: Las instituciones educativas han de ofrecer a sus alumnos y alumnas más de un camino o formato para asegurar que todos logren, en la medida de sus posibilidades, las competencias básicas establecidas en el currículo escolar.

- Recursos de apoyo para los docentes: Un apoyo muy valioso es el que se pueden prestar las escuelas entre sí; es importante fomentar redes de trabajo entre escuelas y entre los sistemas de educación regular y especial, que se reúnan para reflexionar conjuntamente e intercambiar experiencias.

- Políticas educativas e intersectoriales que promuevan la inclusión en todos los niveles educativos.

- Redes de trabajo intersectorial entre diferentes sectores responsables del bienestar de las personas con discapacidad.


CAMBIOS EN LAS ACTITUDES Y PRÁCTICAS EDUCATIVAS:

- Valoración de la diversidad como un elemento que enriquece el desarrollo personal y social: La condición más importante para el desarrollo de una educación inclusiva es que la sociedad en general y la comunidad educativa en particular tengan una actitud de aceptación, respeto y valoración de las diferencias.

- Un currículo amplio y flexible es una condición fundamental para responder a la diversidad.

- Los enfoques metodológicos y la pedagogía deben estar centrados en el alumno para facilitar la diversificación y flexibilidad de la enseñanza, de modo que sea posible personalizar las experiencias de aprendizaje comunes.

- Criterios y procedimientos flexibles de evaluación y de promoción.

- Proyectos educativos de toda la escuela que contemple la diversidad y compromiso de cambio.

- Participación de los padres y de la comunidad.

- Formación de los docentes y otros profesionales: Todos los cambios señalados no pueden llevarse a cabo si los docentes y especialistas no cuentan con las competencias necesarias para desarrollar una práctica educativa distinta. Por ello es fundamental renovar los programas de formación docente inicial y en servicio y de otros especialistas para responder a los requerimientos de la educación inclusiva.

Un libro interesante para profundizar más sobre el tema : La Educación Inclusiva. De la exclusión a la plena participación de todo el alumnado. Climent Giné. Editorial Horsori.


viernes, 29 de mayo de 2009

El Chagas si distingue entre clases


El Chagas permanece en un estado silencioso y aún silenciado, sumándose así a la lista de otras enfermedades olvidadas. Un enfermedad de países y de regiones pobres para las que no hay más que dos medicamentos, los mismos desde hace cuarenta años, y la expectativa sombría de no contar con ellos porque ya no se producen ni se investiga los suficiente en nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento.

Los insectos que transmiten la enfermedad de Chagas, comúnmente conocidos como vichucas, viven en las grietas de paredes y tejados de viviendas de adobe y paja, muy frecuentes en zonas rurales y barrios pobres de las ciudades en Latinoamérica. A menudo ignorando cómo se contrae la enfermedad o qué probabilidades de curación hay, las personas infectadas no se encuentran en situación de luchar por su derecho a tratamiento. Las autoridades sanitarias regionales han marginado de forma sistemática el tratamiento de la enfermedad.

Se trata de una enfermedad infecciosa endémica, es decir, que se presenta de manera regular y sin variaciones apreciables en una zona geográfica concreta. Provocada por un parásito, se presenta en dos fases. La fase aguda, sin o con síntomas leves, y la fase crónica, que puede tardar en aparecer hasta diez años, manifestándose como cardiopatía y trastornos digestivos. No existe vacuna contra la enfermedad de Chagas y las personas afectadas pueden volverse a infectar después de recibir tratamiento.

Su distribución se extiende desde el sur de EE.UU. hasta Argentina y Chile. Sin embargo, la incidencia y distribución de la enfermedad están cambiando. Mientras que por una parte, la mejora de la vivienda en zonas rurales ha contribuido a la disminución de la incidencia de la enfermedad en todo el continente, los movimientos migratorios desde estos países han posibilitado que la enfermedad de Chagas sea diagnosticada en zonas donde la infección no era habitual.

La enfermedad de Chagas, poco conocida hasta ahora en algunos países desarrollados, actualmente afecta a alrededor de once millones de individuos y es la culpable de la muerte de 50.000 personas cada año. La enfermedad, que afecta principalmente las zonas rurales de América Latina, surgió en EEUU, España y varios países europeos tras las enormes migraciones y, actualmente, se está expandiendo debido a controles de sangre inadecuados, según ha informado recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las donaciones procedentes de bancos de sangre de seguridad deficiente han transmitido la infección a países fuera de América Latina, dado que una persona que no sabe que está infectada puede transmitir el parásito al donar sangre. Aunque la enfermedad de Chagas es relativamente desconocida, su impacto socioeconómico en América Latina ocupa el cuarto lugar después de las infecciones respiratorias, enfermedades diarreicas y SIDA.

Somos la primera generación que puede acabar con la pobreza


Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, suscritos en el año 2000 en el marco de la Cumbre del Milenio por 189 jefes de Estado y de Gobierno, representan el mayor compromiso político en el terreno de la lucha contra la pobreza.
Con los ODM, tanto los países ricos como los pobres reconocen, por primera vez, que comparten la responsabilidad de poner fin a la pobreza y sus causas fundamentales.
Además los ODM representan una hoja de ruta viable para hacer frente a las desigualdades y las injusticias en el mundo. Para medir su progreso, cada Objetivo cuenta con una serie de metas e indicadores y un plazo para su cumplimiento.
La adopción de las medidas necesarias para alcanzar los ODM es simplemente una cuestión de voluntad política.


¿Cúales son los OBJETIVOS?


¿Por qué AHORA?


Hemos superado la mitad del plazo de 15 años fijado por la Comunidad Internacional para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Y a pesar de que en los últimos 7 años se han dado ciertos avances, de no corregirse ciertas tendencias actuales, el cumplimiento de los ODM es todavía incierto.
Todavía, 1400 millones de personas siguen luchando por sobrevivir con menos de un dólar al día.
Otras tendencias sin embargo invitan a un cierto optimismo: durante la década pasada, más de 200 millones de personas escaparon de la pobreza extrema; y hoy van más niños al colegio que en toda la historia de la humanidad. Estos avances demuestran que los ODM son alcanzables, siempre y cuando exista voluntad política para ello.
Por ello, es más urgente que nunca exigir a nuestros Gobiernos el cumplimiento de las promesas que se hicieron para lograr los ODM y poner fin a la pobreza extrema en el mundo.

¿Por qué YO?


Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son responsabilidad de todos y no se alcanzarán a menos que exijamos a nuestros representantes políticos que cumplan con sus compromisos.
El Objetivo número 8 propone una Alianza Global para el desarrollo en la que los países desarrollados, como España, se comprometen a aportar más y mejor ayuda al desarrollo, a aliviar la deuda externa de los países más pobres y establecer unas reglas de comercio más justas que permitan a los países más pobres avanzar por sí mismos.Sin excusas. Únete a la Campaña del Milenio y a cientos de personas en todo el mundo que exigen a sus Gobiernos que cumplan con sus promesas de alcanzar los ODM antes de 2015