lunes, 1 de junio de 2009

La Educación Inclusiva : Un reto para Todos


La educación inclusiva implica que todos los niños y niñas de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad. Se trata de un modelo de escuela en la que no existen "requisitos de entrada" ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación. El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de integración y parte de un supuesto distinto, porque está relacionado con la naturaleza misma de la educación regular y de la escuela común.

El proceso de integración educativa ha tenido como preocupación central reconvertir la educación especial para apoyar la educación de los niños integrados a la escuela común, trasladando, en muchos casos, el enfoque individualizado y rehabilitador, propio de la educación especial, al contexto de la escuela regular. Desde esta perspectiva, se hacían ajustes y adaptaciones sólo para los alumnos etiquetados "como especiales" y no para otros alumnos de la escuela. El enfoque de educación inclusiva, por el contrario, implica modificar substancialmente la estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica de las escuelas para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, de forma que todos tengan éxito en su aprendizaje y participen en igualdad de condiciones. En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales.

El desarrollo de una educación inclusiva implica cambios en el ámbito del sistema y de las políticas educativas, en el funcionamiento de las escuelas, en las actitudes y prácticas de los docentes y en los niveles de relación de los distintos actores.

CAMBIOS EN LAS POLÍTICAS, LAS NORMATIVAS Y LOS SISTEMAS EDUCATIVOS:

- Fortalecimiento de la responsabilidad del estado para garantizar la igualdad de oportunidades y asegurar las condiciones básicas de funcionamiento de las escuelas en términos de recursos humanos, materiales y didácticos, de forma que puedan atender la diversidad de su alumnado.

- Ampliación de la cobertura y de la calidad de los programas de educación y cuidado de la primera infancia.

- Flexibilidad de la oferta educativa en todas las etapas: Las instituciones educativas han de ofrecer a sus alumnos y alumnas más de un camino o formato para asegurar que todos logren, en la medida de sus posibilidades, las competencias básicas establecidas en el currículo escolar.

- Recursos de apoyo para los docentes: Un apoyo muy valioso es el que se pueden prestar las escuelas entre sí; es importante fomentar redes de trabajo entre escuelas y entre los sistemas de educación regular y especial, que se reúnan para reflexionar conjuntamente e intercambiar experiencias.

- Políticas educativas e intersectoriales que promuevan la inclusión en todos los niveles educativos.

- Redes de trabajo intersectorial entre diferentes sectores responsables del bienestar de las personas con discapacidad.


CAMBIOS EN LAS ACTITUDES Y PRÁCTICAS EDUCATIVAS:

- Valoración de la diversidad como un elemento que enriquece el desarrollo personal y social: La condición más importante para el desarrollo de una educación inclusiva es que la sociedad en general y la comunidad educativa en particular tengan una actitud de aceptación, respeto y valoración de las diferencias.

- Un currículo amplio y flexible es una condición fundamental para responder a la diversidad.

- Los enfoques metodológicos y la pedagogía deben estar centrados en el alumno para facilitar la diversificación y flexibilidad de la enseñanza, de modo que sea posible personalizar las experiencias de aprendizaje comunes.

- Criterios y procedimientos flexibles de evaluación y de promoción.

- Proyectos educativos de toda la escuela que contemple la diversidad y compromiso de cambio.

- Participación de los padres y de la comunidad.

- Formación de los docentes y otros profesionales: Todos los cambios señalados no pueden llevarse a cabo si los docentes y especialistas no cuentan con las competencias necesarias para desarrollar una práctica educativa distinta. Por ello es fundamental renovar los programas de formación docente inicial y en servicio y de otros especialistas para responder a los requerimientos de la educación inclusiva.

Un libro interesante para profundizar más sobre el tema : La Educación Inclusiva. De la exclusión a la plena participación de todo el alumnado. Climent Giné. Editorial Horsori.


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